http://rededucativadecienciasnaturales.blogspot.com/
Factores que afectan la biodiversidad de Galápagos
Galápagos presenta una tasa típica de extinción natural debido
a procesos no antropogénicos como:
El cambio climático,
las erupciones volcánicas,
la competencia,
depredación y
dispersión.
Introducción de plantas
Introducción de animales
la pesca Y
captura de algunas especies
Pero la extinción contemporánea en las plantas y animales es
ocasionada por causas antropogénicas —derivadas de la actividad
humana— que incluyen los efectos de las especies foráneas, la
introducción de enfermedades, el uso extractivo de los recursos y
la alteración del hábitat.
En los últimos años, sobre todo en las islas habitadas, existe una seria
amenaza al ecosistema, dada por:
Introducción de plantas
Las especies introducidas se adaptan con facilidad a los ambientes
inhóspitos y con una poderosa capacidad de dispersión, desplazan las
especies nativas y endémicas disminuyendo o deteniendo el retorno de
la vegetación nativa. Entre las especies más agresivas están la guayaba, la
cascarilla, la mora, la tupirosa y el pasto elefante.
Introducción de animales
Gatos, perros, chivos, cerdos, asnos, entre otros, influyen directamente
en la subsistencia de las especies nativas y endémicas que se han
adaptado y evolucionado en este ecosistema insular. Por ejemplo, en
la isla Santiago, los cerdos amenazaron la sobrevivencia de las tortugas
gigantes y los petreles pata pegada.
Migración interna
De los trabajadores ecuatorianos del continente que ven en las islas una
posibilidad de mejorar sus condiciones de vida, por los salarios más elevados,
si se comparan con el promedio nacional y por una serie de subsidios (agua,
electricidad, gasolina) que benefician a la población galapagueña.
El turismo
Actividad necesaria para la economía insular, pero su incremento
constituye una potencial amenaza al ecosistema insular.
La proliferación de estas especies invasoras es incontrolable, a tal punto
que es difícil su erradicación. Se estima que las islas tienen más de 1 300
especies vegetales y animales (vertebrados e invertebrados) que no son
nativas e ingresaron, paulatinamente, a través de barcos o aviones.
El incremento del número de especies introducidas aumenta a su vez
el número de especies amenazadas. Cifras de la Fundación Charles
Darwin señalan que más del 20 % de las especies vegetales endémicas
y alrededor del 50 % de las clases de vertebrados propios de las islas
están en peligro de extinción.
Curiosidades
científicas
En la primera mitad del siglo
XX, expediciones científicas
estadounidenses y británicas
recolectaban e incluso
sacrificaban animales de
Galápagos para exhibirlos
en zoológicos y museos,
formando así parte de la
historia de depredación de los
recursos de las islas.
Otra amenaza para la conservación del archipiélago es la pesca de
captura de algunas especies. Por ejemplo, los tiburones son cazados
para utilizar sus aletas con el fin de preparar sopas tradicionales de
China, desechando el resto del animal; o los pepinos de mar que se
venden como afrodisíaco en Asia, razón por la cual
también se encuentran en peligro de extinción.
El principal efecto ecológico negativo directo de la
pesca de captura es la explotación excesiva. La pesca
sin control no solamente acaba con la población de
los peces, cambiando su tamaño y estructura, sino
que de igual manera influye en las otras especies
relacionadas con la cadena alimentaria. Además,
el uso de ciertos equipos y prácticas de pesca,
que no atrapan en particular la especie deseada,
o que destruyen los hábitats, perjudican o matan,
involuntariamente, las especies no objetivo.
La presencia del ser humano en el archipiélago ha
traído efectos negativos para su ecosistema. Estas
consecuencias no solo afectan a cada una de las especies, sino a la
globalidad del entorno. En ambientes difíciles como el de Galápagos,
la interdependencia de las especies es mayor, por lo que de la
presencia de unas depende la supervivencia de otras.
El mantenimiento del equilibrio “natural” de
las islas constituye para nuestro país una gran
responsabilidad moral no únicamente por su
contribución a la ciencia, sino por la trascendencia
universal de este patrimonio.
Si no se toman medidas oportunas e innovadoras que
detengan estas tendencias y mitiguen su impacto en
la flora y la fauna nativas y endémicas, los procesos
de cambio ecológico que ya se encuentran en
camino, conducirán inevitablemente a la pérdida de
poblaciones, a la extinción de especies, y