El tejido óseo forma la mayor parte del esqueleto, el armazón que
soporta nuestro cuerpo y protege nuestros órganos y permite nuestros
movimientos. De gran robustez y ligereza, el
sistema óseo es un tejido dinámico, continuamente en fase de remodelización. La
osteología es
la ciencia que estudia la
estructura,
funciones y patologías óseas.
Las funciones básicas de los huesos y esqueleto son:
1. Soporte: los huesos proveen un cuadro rígido de soporte para los músculos y tejidos blandos.
-
2. Protección: los huesos forman varias
cavidades que protegen los órganos internos de posibles traumatismos.
Por ejemplo, el cráneo protege el cerebro frente a los golpes, y
la caja torácica, formada por costillas y esternón protege
los pulmones y el corazón.
3. Movimiento: gracias a los músculos que se insertan en los huesos a través de los tendones y su contracción sincronizada, se produce el movimiento.
4. Homeostasis mineral: el tejido óseo almacena una serie de minerales,
especialmente calcio y fósforo, necesarios para la contracción muscular
y otras muchas funciones. Cuando son necesarios, el hueso libera dichos
minerales en la sangre que los distribuye a otras partes del organismo.
5. Producción de células sanguíneas: dentro de cavidades situadas en ciertos huesos, un tejido conectivo denominado médula ósea roja produce las células sanguíneas rojas o hematíes mediante el proceso denominado hematopoyesis.
6. Almacén de grasas de reserva: la médula amarilla consiste principalmente en adipocitos con unos pocos hematíes dispersos. Es una importante reserva de energía química.
Estructuralmente, el esqueleto consiste en unos 200 huesos formados por tejido óseo, cartílagos, médula ósea y el periostio o membrana que rodea los huesos.
Aspecto macroscópico de un hueso largo
La estructura de un hueso largo, como el húmero, es la siguiente:
1. Diáfisis: La parte alargada del hueso
2. Epifisis: Extremos o terminaciones del hueso
3. Metafisis: Unión de la diáfisis con las epífisis. En el hueso adulto esta parte es ósea, siendo cartilaginosa en la fase del
desarrollo del mismo.
4. Cartílago articular: Es una fina capa
de cartílago hialino que recubre la epífisis donde el hueso se articula
con otro hueso. El cartílago reduce la fricción y absorbe choques y
vibraciones.
5. Periostio: Membrana que rodea la superficie del hueso no cubierta por cartílago. Esta compuesta por dos capas:
1. La capa exterior: Formada
por un tejido conjuntivo denso e irregular que contiene los vasos
sanguíneos, vasos linfáticos y nervios que pasan al hueso.
2. La capa osteogénica: Contiene células óseas de varios tipos, fibras elásticas y vasos sanguíneos
El periostio es esencial en el crecimiento óseo, en su reparación y en su
nutrición. También constituye el punto de inserción de ligamentos y tendones
Cavidad medular: es un espacio cilíndrico situado en la parte central en la diáfisis que en los adultos contiene la médula ósea amarilla
Endostio: la cavidad medular está tapizada por el endostio, una membrana que contiene las células osteoprogenitoras
Como otros tejidos conjuntivos, el
hueso o
tejido óseo está constituido por una
matriz en la que se encuentran células dispersas. La matriz está constituida por 25% de
agua, 25% de
proteínas y 50% de sales minerales. Además, hay cuatro tipos de células:
1. Células osteoprogenitoras : son células no especializadas
derivadas
del mesénquima, el tejido del que derivan todos los tejidos conectivos.
Se encuentran células osteoprogenitoras en la capa interna del
periostio, en el
endostio y en los canales del hueso que contienen los vasos sanguíneos. A partir de ellas se general los
osteoblastos y los
osteocitos
2. Osteoblastos: son células que forman el tejido óseo pero que han perdido la capacidad de dividirse por
mitosis. Segregan colágeno y otros
materiales utilizados para la
construcción
del hueso. Se encuentran en las superficies óseas y a medida que
segregan los materiales de la matriz ósea, esta los va envolviendo,
convirtiéndolos en
osteocitos
3. Osteocitos: son células óseas maduras derivadas de los
osteoblastos que
constituyen la mayor parte del tejido óseo. Al igual que los
osteoblastos han perdido la capacidad de dividirse. Los osteocitos no
segregan materiales de la matriz ósea y su
función es la mantener las actividades celulares del tejido óseo como el intercambio de nutrientes y
productos de desecho.
4. Osteoclastos: son células derivadas de
monocitos circulantes que se asientan sobre la superficie del hueso y proceden a la destrucción de la matriz ósea (
resorción ósea)
Las sales minerales más abundantes son la
hydroxiapatita (fosfato
tricálcico) y carbonato cálcico. En menores cantidades hay hidróxido de
magnesio y cloruro y sulfato magnésicos. Estas sales minerales se
depositan por cristalización en el entramado formado por las fibras de
colágeno, durante el proceso de
calcificación o mineralización.
El hueso no es totalmente sólido sino que tiene pequeños espacios
entre sus componentes, formando pequeños canales por donde circulan los
vasos sanguíneos encargados del intercambio de nutrientes. En función
del tamaño de estos espacios, el hueso se clasifican en
compacto o
esponjoso.
Constituye la mayor parte de la diáfisis de los huesos largos así
como de la parte externa de todos los huesos del cuerpo. El hueso
compacto constituye una protección y un soporte. Tiene una estructura de
láminas o anillos concéntricos alrededor de canales centrales llamados
canales de Havers que se extienden longitudinalmente.
Los canales de Havers están conectados con otros canales llamados
canales de Volkmann que
perforan el periostio. Ambos canales son utilizados por los vasos
sanguíneos, linfáticos y nervios para extenderse por el hueso. Entre las
láminas concéntricas de matriz mineralizada hay pequeños orificios o
lacunae donde
se encuentran los osteocitos. Para que estas células puedan
intercambiar nutrientes con el líquido intersticial, cada lacuna dispone
de una serie de
canalículos por donde se extienden
prolongaciones de los osteocitos. Los canalículos están conectados entre
sí y, eventualmente a los canales de Havers.
El conjunto de un canal central, las láminas concéntricas que lo
rodean y las lacunae, canalículos y osteocitos en ellas incluídos recibe
el nombre de
osteón o sistema de Havers. Las restantes láminas entre osteones se llaman láminas intersticiales.
A diferencia del hueso compacto, el hueso esponjoso no contiene
osteones, sino que las láminas intersticiales están dispuestas de forma
irregular formando unos tabiques o placas llamadas
trabéculas. Estos tabiques forman una estructura esponjosa dejando huecos que están llenos de la
médula ósea roja.
Dentro de las trabéculas están los osteocitos que yacen en sus lacunae
con canalículos que irradian desde las mismas. En este caso, los vasos
sanguíneos penetran directamente en el hueso esponjoso y permiten el
intercambio de nutrientes con los osteocitos.
El hueso esponjoso es el principal constituyente de las
epifisis de los huesos largos y del interior de la mayor parte de los
hueso
? 26 en la columna vertebral ? 8 en el cráneo ? 14 en la cara ? 8 en el
oído ? 1 hueso hioides ? 25 en el tórax ? 64 en los miembros superiores ? 62 en los miembros inferiores
Para su estudio, se divide en dos partes: esqueleto axial y esqueleto apendicular.
El esqueleto axial ocupa la línea media del esqueleto formando el eje
del cuerpo. Está compuesto por los huesos del cráneo, de la cara, la
cintura escapular (omóplato y clavícula), la columna vertebral, las
costillas, el esternón y la cintura pelviana.
El esqueleto apendicular se ubica por fuera de la línea media del
esqueleto y representa a los huesos de las extremidades superiores e
inferiores. Algunos autores incluyen a las cinturas escapular y pelviana
como parte del esqueleto apendicular.
HUESOS
Son
estructuras
rígidas mineralizadas (osificadas) que se conectan entre sí por medio
de los ligamentos y con los músculos mediante los tendones. En algunos
casos, los cartílagos también intervienen complementando su estructura.
Los huesos están formados por tejido óseo representado por células
llamadas osteoblastos, osteocitos y osteoclastos. Los osteoblastos están
presentes en zonas donde se requiere nueva formación de hueso, por
ejemplo en casos de fracturas. Los osteocitos son los encargados de
mantener la vida y la estructura ósea. Los osteoclastos son células
grandes que están en la superficie del hueso, lugar donde se produce la
reabsorción de tejido óseo. La superficie del hueso está cubierta por
el periostio, membrana de tejido conectivo, fibrosa y muy resistente que
envuelve la superficie externa de los huesos, a excepción de los sitios
donde hay superficies articulares, tendones y ligamentos. El periostio
está provisto de muchas terminaciones nerviosas, de ahí su gran
sensibilidad, y de numerosos vasos sanguíneos que nutren al hueso.
Todos los huesos no son iguales en tamaño y consistencia. Como promedio
poseen alrededor de un 30% de
materia
orgánica compuesta por células óseas (osteoblastos, osteocitos y
osteoclastos) y tejido conectivo de fibras colágenas. La materia
inorgánica representa un 45% y está formada por carbonato de calcio y
fosfato de calcio. El restante 25% es agua. Del total de materia sólida
que tienen los huesos, el 60% es inorgánica y el 40% es materia
orgánica.
La mayor parte del calcio, del fósforo, del sodio y del magnesio
almacenado en el organismo está en los huesos. Estos minerales le dan
consistencia y
resistencia a los golpes y presiones. Por otra parte, los huesos tienen cierta
elasticidad que les permite proteger órganos vitales como el cerebro, el corazón y la médula espinal, entre otros. Algunas
vitaminas
son muy importantes para la formación del hueso. La vitamina A es
necesaria para la maduración, regeneración y modelación de las
estructuras óseas, mientras que la vitamina D es importante para que se
produzca la absorción de calcio en el intestino delgado. La vitamina C
es esencial en la formación del colágeno, principal proteína de sostén
del tejido conectivo de la
piel, de los tendones, del cartílago y de los huesos.
Según sea la forma y función, los huesos se clasifican en largos, alargados, cortos, planos e irregulares.
HUESOS LARGOS
Se ubican en los miembros superiores (brazo y antebrazo) y en los
inferiores (muslo y piernas) formando palancas. Predomina el largo sobre
el ancho. Los extremos de los huesos largos reciben el nombre de
epífisis. La epífisis proximal es la superior y la epífisis distal la
inferior. Por lo general, son las partes ensanchadas de la pieza ósea y
están formadas por hueso esponjoso, que es un conglomerado de laminillas
óseas que dejan espacios donde se aloja la médula ósea. Posee numerosos
vasos sanguíneos que nutren a los osteocitos. El hueso esponjoso
también está en el interior de los demás huesos del esqueleto.
La parte media o cuerpo de los huesos largo corresponde a la
diáfisis, en general de forma tubular y en cuyo interior está la cavidad
medular que contiene la médula ósea amarilla en los adultos. Esta
cavidad medular está rodeada por el endostio, que es una membrana que
tiene células formadoras de hueso.
La diáfisis está formada por hueso compacto, donde las laminillas
óseas no están separadas como en las epífisis sino bien apretadas entre
sí dándole al hueso una consistencia maciza. Conductos muy finos
atraviesan al hueso compacto (canales de Havers) que se comunican entre
sí. En su interior se disponen los nervios y vasos sanguíneos. El resto
de los huesos del esqueleto están revestidos por hueso compacto.
PARTES DE UN HUESO LARGO (FÉMUR)
REGIONES INTERNAS DE UN HUESO (HÚMERO)
De a cuerdo a lo señalado, la médula ósea ocupa las cavidades que hay
dentro de algunos huesos. Hay dos tipos de médula ósea: la médula ósea
roja, formada por muchos vasos sanguíneos y la médula ósea amarilla, que
posee abundante tejido adiposo. Al nacimiento, los huesos están
ocupados solamente por médula ósea roja. A medida que el
individuo
crece, parte de la médula roja es reemplazada por médula ósea amarilla.
En los adultos, la médula ósea roja está presente en los huesos planos,
en las epífisis de los huesos largos (fémur, húmero y tibia, entre
otros), en las vértebras, en las costillas y en el esternón. La médula
amarilla, sin actividad hematopoyética (formadora de sangre), se ubica
en la diáfisis de los huesos largos, donde se deposita abundante tejido
graso como reserva energética del organismo. En los
niños,
entre la diáfisis y las epífisis se ubica el cartílago epifisiario o
cartílago de crecimiento, lugar donde el hueso crece en longitud.
HUESOS ALARGADOS
Tienen conformación similar a los huesos largos pero sin cavidad medular. Las costillas son huesos alargados.
HUESOS CORTOS
Tienen forma de cubo. El tejido óseo se dispone de manera similar al
de la epífisis de los huesos largos. Su principal función es amortiguar
los choques. Los huesos cortos son los que forman las muñecas de las
manos.
HUESOS PLANOS
Predomina tanto el largo como el ancho. La función es proteger a los
órganos que cubren, como el omóplato de la espalda, los huesos del
cráneo y los de la pelvis.
HUESOS IRREGULARES
Son de forma variada, como los huesos de la cara, las vértebras y los
pequeños huesos del oído. Poseen distintas funciones según sea la parte
del esqueleto en que se sitúan.
La superficie de los huesos no es totalmente lisa, ya que tiene algunas alteraciones en el
relieve
en forma de saliencias y depresiones. Las saliencias se denominan
apófisis y las depresiones se llaman cavidades. Algunas de estas dos
formaciones sirven para la articulación de dos o más huesos en algunos
casos, o para la inserción de músculos y ligamentos en otros.
Para su estudio, los huesos del esqueleto se dividen en tres regiones: cabeza, tronco y extremidades. HUESOS DE LA CABEZA
Están representados por los huesos del cráneo y de la cara. Los
huesos del cráneo, que forman una estructura resistente para darle
protección al cerebro, son el frontal, el occipital, el esfenoides y el
etmoides (impares) y los huesos parietales y temporales (pares). El
esfenoides es un hueso profundo y de forma irregular, que está en la
base del cráneo. El etmoides es también irregular y se ubica entre el
esfenoides y el hueso frontal.
Los huesos de la cara también se distinguen en pares e impares. Los
pares son los nasales, los maxilares superiores, los unguis o
lagrimales, los cigomáticos o malares, los cornetes inferiores y los
palatinos. Los huesos impares de la cara son el vómer y el maxilar
inferior.
HUESOS DEL CRÁNEO Y DE LA CARA
En los recién nacidos hay separaciones entre algunos huesos del
cráneo llamadas fontanelas o molleras. Las fontanelas dan espacio para
el desarrollo del cerebro y permiten un mejor pasaje de la cabeza por el
canal del
parto al nacimiento. Alrededor de los 18 meses de edad, las fontanelas se cierran y fusionan.
HUESO HIOIDES
El hioides es un hueso irregular, impar, con forma de herradura, que se encuentra en la parte anterior del cuello, debajo de la
lengua y sobre el cartílago tiroides de la laringe.
Es el único hueso que no está unido al esqueleto. Interviene en la deglución, la fonación y la
respiración.
HUESOS DEL
OIDO MEDIO
El oído medio está formado por tres huesos muy pequeños que forman
una cadena en la cavidad timpánica cubiertos por la mucosa del tímpano.
El más externo se llama martillo, le sigue el yunque y por último se
ubica el estribo, el más pequeño de todo el organismo. Los tres juntos
apenas llegan a pesar 50 miligramos. Durante el desarrollo son los
primeros huesos en osificarse. Carecen de periostio. Su función es la
transmisión del
sonido por el oído medio.
HUESOS DEL TRONCO
Los huesos del tronco están formados por la cintura escapular, el
esternón, las costillas, la columna vertebral y la cintura pelviana.
Algunos autores describen las cinturas escapular y pelviana dentro de
las extremidades. Tener en cuenta que todas las descripciones que se
realizan en este
trabajo
se basan en una adecuada posición anatómica del cuerpo, es decir, en
posición de pie, con los brazos caídos cerca del tronco y las palmas de
las manos hacia delante. Por lo tanto, las manos quedan con los pulgares
hacia fuera y los codos atrás. Los tobillos y los pies están
extendidos, con los talones un poco elevados y la punta de los pies
hacia delante. Por último, la cabeza mira al frente, erguida y sin
inclinaciones.
CINTURA ESCAPULAR
Formada por dos huesos, la clavícula y el omóplato o escápula. Tiene
por función unir las extremidades superiores al esqueleto axial.
CLAVÍCULAS
Son huesos largos que están a ambos lados de la parte superior del
tórax. Uno de sus extremos se une al esternón y el otro extremo al
omóplato.
OMÓPLATOS Son huesos planos que están hacia ventral de las clavículas
y se articulan con cada húmero (hueso del brazo) formando la
articulación del hombro, comunicando así el tronco con las extremidades
superiores.
CINTURA ESCAPULAR DERECHA
ESTERNÓN
Es un hueso impar y plano que se ubica en el centro de la parte
anterior del tórax. Se divide en tres regiones, una parte craneal
(superior) llamada manubrio, el cuerpo en la zona central y la apófisis
xifoides en caudal (parte inferior). Mide unos 15-20 centímetros de
longitud.
El esternón se articula con las clavículas en la parte superior y con
los primeros siete pares de costillas en los bordes laterales mediante
cartílago costal. La articulación esternocostoclavicular se forma al
unirse el manubrio esternal con la primera costilla y con la clavícula.
Vistas ventral (A) y lateral (B) del esternón
COSTILLAS Tanto
el hombre como
la mujer tienen 12 pares de costillas,
huesos alargados que se unen a las vértebras torácicas de la columna
vertebral por dorsal (detrás). En la parte ventral (frente) del cuerpo,
los primeros 7 pares se unen al hueso esternón mediante cartílago
costal (costillas verdaderas), 3 pares se unen a través de cartílago
a las costillas verdaderas (costillas falsas) y los 2 pares restantes quedan
libres (costillas flotantes). De esta manera, las costillas forman como una
jaula curvada que protege a Los órganos intratoráxicos, entre
ellos a los pulmones, al corazón y a la tráquea.
El tórax del
hombre es más amplio y voluminoso.
CANTIDAD DE COSTILLAS
COLUMNA VERTEBRAL
Es el eje del esqueleto. Está formada por huesos de forma irregular
llamados vértebras. La especie humana posee 33 vértebras de distinta
forma y función. Las vértebras se articulan unas con otras mediante los
discos vertebrales de tejido cartilaginoso, que protegen de golpes a la
columna y le dan elasticidad. En el cuerpo de cada vértebra hay un
orificio, que al unirse todas las vértebras forman el canal vertebral,
lugar donde se aloja la médula espinal, importante estructura del
sistema nervioso. El número y disposición de la columna vertebral se presenta en la siguiente tabla.
CINTURA PELVIANA
Es una cavidad que se ubica en caudal del tronco. Está formada por
dos huesos planos llamados coxales dispuestos hacia ambos lados de la
línea media, que al unirse forman la pelvis. Cada coxal es
producto
de la unión de tres huesos (ilion-isquion-pubis) que se fusionan a
temprana edad. El coxal se articula con el hueso sacro en dorsal. En
ventral se articulan entre sí a través de la sínfisis pubiana. En la
parte lateral presenta una
depresión
o fosa, el acetábulo, lugar donde encaja la cabeza del fémur para
formar la articulación coxofemoral o articulación de la cadera, que
comunica el tronco con las extremidades inferiores.
La cintura pélvica da lugar a la cavidad pelviana, donde se alojan
los tramos finales del intestino grueso, el recto, la vejiga y los
órganos internos de la
reproducción.
En la
mujer, las caderas son más anchas y amplias que en el hombre. Esa separación brinda mayor lugar al útero grávido y facilita
el trabajo de parto.
HUESOS DE LAS EXTREMIDADES SUPERIORES
Está formado por los siguientes huesos: húmero (brazo),
radio
y cúbito (antebrazo), carpo (muñeca), metacarpos y falanges (dedos).
Los huesos del carpo, del metacarpo y las falanges forman la mano.
HÚMERO
Es un hueso largo y potente que se articula con la cintura escapular
(omóplato y clavícula) a través de la cabeza del húmero en el extremo
(epífisis) proximal, dando lugar a la articulación del hombro, de gran
movilidad. En la epífisis distal posee una superficie para articularse
con el cúbito (articulación humero-cubital) y otra superficie para la
articulación con el radio (articulación húmero-radial), formando así la
articulación del codo.
Articulación del hombro
RADIO Es un hueso largo que se sitúa en lateral del
antebrazo. En la epífisis proximal (cabeza del radio) se articula con el
húmero y el cúbito. La extremidad distal, más voluminosa, se articula
con los huesos escafoides, semilunar y piramidal del carpo. La diáfisis
del radio se une a la diáfisis del cúbito mediante un ligamento
interóseo.
CÚBITO (ULNA)
Es un hueso largo ubicado en medial del antebrazo, del lado del dedo
menor o meñique. El cuerpo del cúbito disminuye de grosor a medida que
desciende. La epífisis proximal articula con el húmero, se ubica el
olécranon donde se inserta el músculo tríceps braquial y presenta una
cavidad para la articulación de la cabeza del radio. La extremidad
distal del cúbito (cabeza) articula con la epífisis distal del radio y
con el hueso piramidal del carpo.
Articulación del codo
CARPO
El carpo es un
grupo
de 8 huesos distribuidos en dos filas, una proximal de 4 huesos y otra
distal, también de 4 huesos carpianos. La hilera proximal articula con
los extremos distales del radio y cúbito, mientras que la fila distal lo
hace con los huesos metacarpianos.
HUESOS DEL CARPO (DE LATERAL A MEDIAL)
HUESOS DEL CARPO (MUÑECA)
METACARPOS Son cinco huesos largos que forman la palma de la mano. Se
denominan huesos metacarpianos y se distinguen numerándolos del I al V,
en sentido latero medial. En el extremo proximal los metacarpos se
articulan entre sí y con los huesos de la fila distal del carpo, según:
En el extremo distal, los metacarpianos se articulan con sus respectivas falanges.
VISTA DORSAL DE LA MANO
FALANGES
Es la última parte de la mano, la más distal de la extremidad
superior. Cada extremidad superior posee 14 falanges. Los dedos son
cinco estructuras alargadas que se encuentran en la parte final de cada
extremidad superior (dedos de las manos) e inferior (dedos de los pies).
Se distinguen numerándolos del 1 al 5 como a los metacarpianos,
siguiendo también una
dirección
latero medial. Cada dedo posee tres falanges, una proximal que articula
con su respectivo metacarpiano, una falange intermedia y otra falange
distal, donde se insertan las uñas. El dedo 1 (pulgar) tiene solo dos
falanges, ya que falta la intermedia.
PARTES DE LA MANO
EXTREMIDAD SUPERIOR DERECHA Y CINTURA ESCAPULAR
HUESOS DE LAS EXTREMIDADES INFERIORES
Cada extremidad inferior está formada por los siguientes huesos:
fémur (muslo), rótula (hueso de la rodilla), tibia y peroné (pierna),
tarso (huesos del talón), metatarsos y falanges (dedos). Los huesos del
tarso, del metatarso y las falanges forman el pie.
FÉMUR Es el hueso más largo y más potente de todo el esqueleto. Está
curvado sobre sí, con la concavidad hacia dorsal. En la epífisis
proximal está la cabeza del fémur, que se articula con el acetábulo del
hueso coxal. En la epífisis distal lo hace con la rótula y la epífisis
proximal de la tibia, estructuras que forman la rodilla.
RÓTULA O PATELA
Es un hueso plano y esponjoso, de forma triangular, que se desliza
sobre el extremo distal del fémur. Se ubica en la parte anterior de la
rodilla y en ella se insertan ligamentos y tendones. Permite la
articulación del fémur con la tibia y evita que la pierna se doble hacia
delante.
Dentro de la articulación de la rodilla están los meniscos, cartílagos de forma semilunar cuya
misión
es aumentar la superficie proximal de la tibia para distribuir las
fuerzas que llegan a la rodilla y permitir su estabilización.
VISTA LATERAL DE LA ARTICULACIÓN DE LA RODILLA
TIBIA Es un hueso largo y muy resistente, que se ubica en
antero-medial de la pierna. Recibe el peso del fémur y lo transmite
hacia el talón. La epífisis proximal es ancha y se articula con el fémur
y con el peroné hacia lateral. La epífisis distal de la tibia, que
también se ensancha, se une al astrágalo, uno de los huesos del
metatarso. La tibia se articula en su cara lateral con el hueso peroné.
Ambos están unidos por medio de un ligamento interóseo.
PERONÉ (fíbula)
El peroné es un hueso largo, mucho más delgado que la tibia y ubicado
en lateral de la pierna. Como todo hueso largo, consta de dos epífisis
(extremos) y una diáfisis o cuerpo de sección triangular. Se articula
con la tibia a través de ambas epífisis y con el hueso astrágalo en
distal.
Huesos de la pierna derecha
TARSO El tarso es un grupo de 7 huesos que están ubicados entre la
pierna y los huesos metatarsianos. Se disponen en dos filas, una
posterior y otra anterior, según se indica en la siguiente tabla.
Huesos del tarso (de lateral a medial)
El tobillo se encuentra en la unión de la pierna con el pie. Es una
articulación formada por tres huesos, la tibia, el peroné y el astrágalo
HUESOS DEL TARSO
METATARSOS
Es un conjunto de 5 huesos largos llamados metatarsianos. Junto a los
huesos del tarso forman el empeine, que es la parte proximal del pie
ubicada entre la pierna y los dedos. Los huesos metatarsianos se nombran
numerándolos del I al V de medial a lateral. El metatarsiano I es más
corto y más grueso que los restantes.
En el extremo proximal los metatarsos se articulan entre sí y con los
huesos de la fila anterior del tarso, a excepción del escafoides o
navicular.
En el extremo distal, los huesos metatarsianos se articulan con sus respectivas falanges.
HUESOS DEL PIE DERECHO (VISTA LATERAL)
PIERNA Y PIE IZQUIERDO (VISTA LATERAL)
FALANGES
Son los huesos más distales de la extremidad inferior, que se
corresponden con la última parte del pie. Igual que en la extremidad
superior, hay 14 falanges en cada extremidad inferior. Los cinco dedos
de cada pie se reconocen numerándolos del 1 al 5 como los dedos de la
mano, pero con la diferencia que se parte desde medial a lateral. Así es
que el dedo gordo del pie es el número 1. También en correspondencia
con la mano, cada dedo del pie tiene tres falanges, una proximal, otra
media y la restante distal. Tal como sucede con el dedo 1 de las manos
(pulgar), el dedo 1 de los pies presenta dos falanges, ya que está
ausente la falange intermedia.
Todas las falanges proximales articulan con sus respectivos huesos metatarsianos.
EXTREMIDAD INFERIOR DERECHA Y CINTURA PELVICA
La mayor parte del calcio, del fósforo, del sodio y del magnesio
almacenado en el organismo está en los huesos. Estos minerales le dan
consistencia y resistencia a los golpes y presiones.
La presencia de un alto contenido de calcio y fósforo hace que el
tejido conectivo óseo sea muy resistente a los distintos golpes y
presiones a los que está sometido el cuerpo, pero también la elasticidad
es una de sus características. Los huesos cumplen funciones muy
importantes, entre ellas:
PROTECCIÓN: A órganos vitales como el cerebro, los pulmones y el
corazón. Los huesos también brindan protección contra traumas externos a
los que está sometido el organismo a diario
SOSTÉN: El esqueleto actúa como un armazón donde se fijan y apoyan
las estructuras del organismo, sobre todo los músculos, ligamentos y
tendones.
METABOLISMO MINERAL: Del calcio y del fósforo.
LOCOMOCIÓN: aunque los huesos actúan en forma pasiva, la asociación con músculos y
articulaciones dan lugar al desplazamiento del cuerpo, ya que actúa en la fijación de esas estructuras.
HEMATOPOYESIS: En la médula ósea roja se forman los glóbulos rojos,
los glóbulos blancos y las plaquetas sanguíneas. Como fue mencionado en
párrafos anteriores, la médula ósea roja en adultos está en las epífisis
de los huesos largos, en los huesos planos, en las vértebras, en las
costillas y en el esternón. La médula amarilla, sin actividad
hematopoyética, se ubica hacia la zona media (diáfisis) de los huesos
largos, donde se deposita abundante tejido graso.
RESERVA DE ENERGÍA: La médula ósea amarilla de las diáfisis contienen
gran cantidad de adipocitos como fuente de reserva energética.