INTRODUCCIÓN
Aunque incorporar el pensamiento
crítico en el aula dentro de estrategias de aprendizaje activo y
cooperativo requiere un desarrollo serio y a largo plazo, usted no
necesita sufrir ni realizar grandes esfuerzos para lograr cambios
importantes en su manera de enseñar. Hay muchas estrategias simples,
directas y eficaces, que pueden implementarse de manera inmediata. A
continuación ofrecemos una muestra de estas estrategias. Son eficaces y
útiles, porque cada una constituye una forma de lograr que los
estudiantes piensen activamente en lo que están tratando de aprender.
Con cada estrategia, la responsabilidad de aprender se transfiere del
maestro al estudiante. Estas estrategias sugieren maneras de lograr que
sus estudiantes, y no usted, hagan el trabajo necesario para aprender.
Muchas de las estrategias planteadas
le permiten aprovecharlo que sus estudiantes ya saben y lo que por ellos
mismos pueden deducir. Muchas de las ideas proponen que los estudiantes
trabajen conjuntamente. Por lo general, cuando los estudiantes se
enfrentan a dificultades que no pueden resolver o no entienden lo que se
supone que deben entender, si están trabajando con otros pueden
corregirseentre ellos mismos los malentendidos y lograrun progreso mayor
en las tareas. Cuando un estudiante se frena, puede que otro tenga la
idea precisa que permita encaminar nuevamente las cosas. Lo anterior
posibilita que los estudiantes se responsabilicen en mayor medida de su
propio aprendizaje. Con el tiempo, empiezan a adoptar con éxito las
estrategias que sus pares utilizan y aprenden a plantearse las preguntas
críticas que sus compañeros han formulado.
Otra ventaja de las sugerencias que
encontrará más adelante es la variedad con que pueden aplicarse. La
mayor parte pueden emplearse con éxito en cualquier asignatura y en
cualquier tema. La mayor parte de las propuestas pueden convertirse en
norma; esto es, en técnicas que usted utiliza continuamente. Para
algunas de las estrategias, ofrecemos ejemplos dirigidos al contenido en
el que pueden usarse en la enseñanza. El corazón de nuestro enfoque lo
constituye un concepto realista de lo que hace falta para que
una persona aprenda algo. En cierto sentido, mucha de la instrucción no
es realista: Aseveraciones como las siguientes no necesariamente son
ciertas: “Si lo digo claramente, ellos (los estudiantes) deben
comprenderlo. Si dan la respuesta correcta, lo saben y lo entienden. Si
les enseño qué hacer, les pido que lo hagan y repiten lo que hice, han
aprendido la destreza y la usarán cuando la necesitan. Si les digo por
qué algo es cierto o es importante y ellos asienten con la cabeza y lo
repiten, quiere decir que entienden la verdad o la importancia de lo que
dije.” A menudo, el que los estudiantes no obtengan buenos resultados,
no apliquen el material enseñado, no recuerden en un periodo académico
lo que aprendieron en el anterior, es resultado de unos conceptos
erróneos de lo que requiere el aprendizaje que se ha ilustrado en el
párrafo anterior. Y es que sobre todo, el aprendizaje requiere pensamiento,
pensamiento crítico. Para aprender, uno se debe preguntar continuamente
“¿Qué quiere decir realmente esto? ¿Cómo lo podemos saber? Si es
cierto, ¿qué más es cierto?” En el centro de nuestro enfoque reside la
convicción se que, en el fondo, los que aprenden deben poder contestar
estas preguntas por sí mismos para aprender, para conocer, para
comprender realmente. Las contestaciones que usted ofrece no se asimilan
completamente a menos que las mentes de los estudiantes estén listas
para recibirlas.
1) Haga preguntas a los estudiantes durante las clases para estimular su curiosidad.
Si los estudiantes quieren saber algo –
bien sea porque sienten curiosidad o porque les puede ser útil en su
vida diaria – estarán más motivados a aprenderlo. Si las preguntas
hechas en clase son de naturaleza inquisitiva, también pueden llevar a
una mayor comprensión.
2) Utilice preguntas guía.
Estas se pueden generar para cada tarea,
conferencia o presentación audiovisual. Las preguntas motivan a los
estudiantes tanto a examinarse ellos mismos como entre ellos, porque los
exámenes tienen una alta posibilidad de basarse en estas. Este tipo de
preguntas deben probar la habilidad de entender, explicar, ilustrar y
aplicar los conceptos y principios enseñados. Por ejemplo, en una
lección de anatomía humana, antes que el maestro enseñe las
ilustraciones del corazón, daría a la clase las preguntas guía.
Estas preguntas evidencian conceptos
específicos y principios generales. A continuación unos ejemplos: a)
¿Qué es una válvula? b) ¿Cuál es la diferencia entre una vena y una
arteria? c) ¿Qué es colesterol? ¿Por qué tener niveles de colesterol
elevados es peligroso para la salud de una persona? d) Dibuje un
corazón, identifique cada parte y explique cómo funciona dentro de la
actividad total del corazón. e) Anote cinco funciones del sistema
circulatorio y explique cómo se realiza cada una. f) Explique cómo la
sangre se mantiene a una temperatura constante. g) Usando ejemplos,
defina e ilustre el principio de “homeostasis”. ¿Qué procesos corporales
están regulados por este proceso?
3) Aplique una prueba corta de cinco minutos al comienzo de cada clase.
Las pruebas pueden contener unos cuantos
ítems de selección múltiple o de cierto y falso, derivados de las
preguntas guía. Estas pruebas cortas motivan al estudiante a repasar sus
notas de clase y mantenerse al día en las tareas asignadas. Los
estudiantes entre ellos mismos y por su cuenta, se plantean las
preguntas guía con el objeto de prepararse para los exámenes. Muchas
veces, aquellos que entienden el material se lo explican a los demás en
grupos informales después de clase o antes de los exámenes.
4) Utilice presentaciones multimedia.
Los oradores públicos han encontrado que
el uso de presentaciones multimedia y oraciones escritas con sencillez,
puestas frente al público, enfocan la atención hacia la pregunta
planteada. Este método también facilita la asimilación y retención del
material. Las gráficas también pueden usarse para unificar todo en un
conjunto coherente – en el que todas las relaciones entre las partes
sean claras.
5) Simultáneamente con la enseñanza de la materia, enseñe principios de pensamiento crítico.
Utilice el material como apoyo concreto
para desarrollarpensamiento crítico. Por ejemplo, al hablar de la
Revolución Americana, pida que los estudiantes comparen el punto de vista de los colonos con el del gobierno británico de manera imparcial.
Las siguientes preguntas guía pueden utilizarse para lograr que los
estudiantes piensen más profunda y críticamente sobre la tarea asignada:
a) ¿Cuál fue el propósito de la revolución? b) ¿Cuál era el concepto de libertad de los colonos? c) ¿Por qué los británicos no permitían que los colonos se separaran del Imperio Británico? d) ¿Qué suposiciones tenían cada una de las partes? e) ¿Qué evidencia citaron los colonos para concluir que eran tratados injustamente? ¿Era correcta esa evidencia? ¿Estaba prejuiciada? ¿Se dejaron por fuera datos importantes? f) ¿Cuáles fueron las consecuencias inmediatas y a largo plazo de la Declaración de Independencia?
Las preguntas de los exámenes se deben basar en estas
preguntas guía para asegurar que los estudiantes piensen sobre ellas y,
quizás, hasta las discutan fueran de la clase. Durante la lección, los
estudiantes aprenderán elementos de razonamiento además de Historia
Americana. Aprenderán además, algunos elementos de cómo pensar imparcial
y objetivamente sobre la historia de los EE.UU.
6) Fomente el que sus estudiantes se conozcan entre ellos.
El primer día de clase, distribuya a los
estudiantes en parejas y pida que cada uno pregunte a su compañero
acerca de: ¿de dónde viene?¿cuáles son algunos de sus intereses,
pasatiempos y opiniones? y sugiérales tomar notas para facilitar la
memorización de la información. Luego, cada persona presenta su
compañero al resto de la clase. De esta manera los estudiantes se
conocen desde el comienzo. Esto además de romper el hielo facilitará la
comunicación entre ellos cuando se organicen en grupos pequeños. También
constituye un ejercicio efectivo para probar si se escuchan con
atención.
7) Escriba los nombres de los estudiantes en tarjetas y pregúnteles a todos, no solamente a los voluntarios.
¿Ha notado usted que cuando hace
preguntas a la clase, siempre quieren responder los mismos estudiantes?
Si usted mira al resto de la clase y escoge los menos activos y les hace
una pregunta, sentirán que usted quiere mostrar lo ignorantes que son, y
en consecuencia se van a resentir. Para evitar esta situación escriba
los nombres de todos los estudiantes en tarjetas, mézclelas y hágales
las preguntas al azar. De esta manera, todos pondrán atención a todas
sus preguntas y todos las contestarán activamente. Esta técnica sencilla
evita el problema común de que cuatro o cinco estudiantes monopolicenla
discusión. También permite compartir una variedad más amplia de
reflexiones o de puntos de vista de los estudiantes con la clase (y con
el maestro) y mantenerla clase más alerta.
8) Fomente el pensamiento independiente.
Plantee a sus estudiantes un problema
que requiera algo de pensamiento independiente y tenga varias posibles
soluciones. Pídales que escriban las soluciones en un papel. Luego,
divida la clase en grupos de tres o cuatro y solicíteles compartir con
el grupo lo que contestaron. Posteriormente, pida a cada grupo que
utilice las mejores ideas de cada integrante y escoja unapersona para
que comunique la solución conjunta al resto de la clase. De esta manera
todos los estudiantes participan en: 1) deducir la solución del
problema, 2) comunicar su solución a los demás, 3) obtener
retroalimentación de los demás, 4) llegar a una solución más adecuada
del problema y 5) en ocasiones hablar frente al resto de la clase sirve
de práctica parahablar en público.
9) Fomente el escuchar con atención.
Seleccione con frecuencia estudiantes
para que resuman en sus propias palabras lo que dijo otro estudiante.
Esto estimula a los estudiantes a escuchar activamente a los demás y les
ayuda a darse cuenta que pueden aprender de los otros. Además, sirve
para disminuir la dependencia del maestro. Escuchar los comentarios y
las preguntas de otros estudiantes puede ser bastante educativo. Estar
conciente de los errores o malentendidos de otros estudiantes y escuchar
atentamente a otros compañeros también contribuye a una mejor
comprensión. Los estudiantes que no escuchan a sus pares pierden estas
aclaraciones. Así que, usted debe fomentar que sus estudiantes se
escuchen consistente y cuidadosamente. Una manera de lograrlo es pedirle
con frecuencia a algún estudiante que repita lo que otro estudiante
acabó de decir. ¡Esto los mantendráalerta! Otra táctica que fomentamos
para promover la escucha cuidadosaconsiste en dividir la clase en
parejas y hacer una pregunta controversial. Los miembros de la pareja
comparten sus opiniones con su compañero y justifican sus posiciones.
Los dos escuchan con cuidado y luego repiten, pero en sus propias
palabras, todo lo que les dijo el compañero. Los primeros en hablar
pueden señalan cualquier malentendido de los puntos de vista que
expresaron.
10) Hable menos para que los estudiantes piensen más.
Trate de no hablar más del 20% del tiempo
de la clase. Detenga su conferencia cada diez minutos y pida que los
estudiantes, en grupos de dos o tres, se comuniquen resumiendo los datos
claves y aplicando, evaluando, o explorando las implicaciones del
contenido expuesto. Cuando usted habla la mayor parte del tiempo, el que
piensa es usted.
Según va explicando lo que sabe, usted
puede necesitar expresarse de manera diferente, pensar en nuevos
ejemplos y hacer nuevas conexiones. Si usted logra que sus estudiantes
hablen más, serán ellos los que estarán pensando sobre el contenido y
desarrollando una mayor comprensión. Como lo expresó un maestro, “El año
que viene mis estudiantes se harán cargo de mi clase; yo llevo 18 años enseñándola”.
Las mentes de las personas se
desenfocan durante los discursos largos y por eso se les escapa mucho de
lo que se dice. Fragmentar las conferencias largas da la oportunidad a
los estudiantes de ser más activos y también, de asimilar y pensar sobre
lo que escucharon. Mentalmente es más fácil digerir pedazos pequeños
que grandes. Y, al unir percepciones, los estudiantes a veces pueden
corregir los malentendidos de los demás antes de que éstos los asimilen
completamente. Pedirles que informen lo discutido entre ellos le permite
al maestro corregir cualquier malentendido.
11) Sea un modelo.
Piense en voz alta frente a sus
estudiantes. Deje que ellos le escuchen descifrar lentamente los
problemas de la materia. Trate de pensar en voz alta al nivel de los
estudiantes de la clase. Si su pensamiento es muy avanzado o procede muy
rápidamente, ellos no podrán entenderlo niasimilarlo.
Así como a veces usted complementa sus
instrucciones orales con una demostración visual de lo que quiere que
sus estudiantes hagan, es beneficioso modelar para ellos los tipos de
procesos de pensamiento que quiere que practiquen. Ilustrar cómo leer
cuidadosamente, formular preguntas, o solucionar problemas enseña lo que
usted quiere que hagan mucho más que las merasinstrucciones orales. Por
eso es crucial que usted ilustre el trabajo al nivel del estudiante y
no al nivel de un experto. Esto incluye cometer errores y corregirlos,
lo que enseña a los estudiantes que los “callejones sin salida” y los
errores son inevitables, pero es posible identificar cuando se han
metido en un callejón o cometido un error.
12) Utilice el método socrático para plantear preguntas.
Use con regularidad el método socrático
para hacer preguntas a sus estudiantes: ¿Qué quiere decir cuando usa esa
palabra? ¿Qué precisión trata de hacer? ¿Qué evidencia hay para apoyar
esa aseveración? ¿Es confiable la evidencia? ¿Cómo llegó a esa
conclusión? ¿Pero, cómo puede explicar esto? ¿Ve lo que eso implica?
¿Cuáles serían los efectos no deseados de su propuesta? ¿Cómo cree que
sus opositores ven esa situación? ¿Cómo pueden ellos responder a tus
argumentos?
13) Fomente la colaboración.
Con frecuencia, divida la clase en grupos
pequeños (de dos, tres o cuatro estudiantes), asígnales tareas
específicas y límites de tiempo. Luego, pídales que informen qué parte
de la tarea completaron, qué problemas tuvieron y cómo los resolvieron.
Esto provee una excelente manera para que los estudiantes realicen
tareas difíciles y logren una mejor calidad de trabajo que cuando
trabajan solos. Los estudiantes pueden descubrir mucho del contenido del
curso por sí mismos cuando trabajan en grupos pequeños en tareas
escogidas antes de leer sobre el tema o recibir explicaciones del
maestro. Los estudiantes que a menudo tienen que explicar o argumentar
sus ideas con sus pares y escuchar y evaluar las ideas de estos, pueden
lograr un progreso significativo en mejorar la calidad de su forma de
pensar.
14) Trate de usar la enseñanza en pirámide.
Pida que los estudiantes discutan una
pregunta o problema en parejas para llegar a un consenso. Luego pida a
cada pareja que se junte con otra hasta llegar a
un consenso. Entonces dos grupos de cuatro se juntan y así
sucesivamente. Esta es una técnica excelente para involucrar a cada
estudiante y desarrollar su confianza para exponer sus ideas a sus
pares. No es difícil para ellos hablar con otro estudiante, y una vez
que han expresado y aclarado sus ideas, no es tan difícil hablar en
grupos de cuatro, ocho o dieciséis. Esto no sólo enseña a cada
estudiante a participar, sino que las ideas de los estudiantes forman
parte del esfuerzo grupal como un todo. Es una manera de ampliar tanto
la variedad como la evaluación de las ideas. Cada vez que se agrandan
los grupos, una idea recibe más escrutinio. Los estudiantes se dan
cuenta que la idea necesita modificarse. Así, con cada paso la idea
mejora en calidad.
15) Pida a sus estudiantes que redacten ejercicios de pre-escritura.
Antes de dar la conferencia o que sus estudiantes
lean sobre un tema, pídales que, en cinco minutos, escriban unas notas
preliminares, personales, sobre el tema que se va a tratar. Pueden
usarlas luego como base para una discusión en clase o en grupos
pequeños. Esto sirve varios propósitos. Logra que cada estudiante piense
activamente sobre el tema y activa los conocimientos y las experiencias
previas del estudiante. Cuando los estudiantes piensan sobre el
material y anotan sus ideas, podrán contribuir más efectivamente a las
discusiones del grupo o de la clase. Y por último, cuando sus mentes
están lidiando con sus ideas y las de sus compañeros, podrán comprender y
retener mejor conceptos nuevos.
16) Asigne tareas escritas que requieran pensamiento independiente.
Con
regularidad, solicite durante su clase tareas escritas. usted no
necesita corregir todos los escritos que le entreguen. Puede escoger al
azar una muestra de estos, o pedir a sus estudiantes que selecciones el
mejor trabajo para revisarlo y entregarlo para ser calificado. Solicitar
a los estudiantes que critiquen los trabajos escritos por los demás,
puede disminuir considerablemente el tiempo que usted necesita para
leerlos y hacerles comentarios. La crítica de los paresofrece a los
estudiantes la posibilidad de recibir retroalimentación importante sin
sobrecargar al maestro. También, desarrolla apreciación por los
criterios necesarios para una buena redacción, habilidad para reconocer
errores y la necesidad de mejorar los escritos.
Es
difícil sobreestimar el beneficio que brinda la escritura a la calidad
del pensamientoy la contribución especial que le hace a esta la revisión
de trabajos escritos. La escritura obliga a las personas a plasmar sus
pensamientos en palabras, unir las palabras para formar pensamientos
completos y organizarlos en párrafos que fluyan de manera lógica. Todo
esto obliga a que los estudiantes reflexionen mejor, lo que conduce a un
incremento en su forma de pensar. Además, pone de manifiesto el
pensamiento. Los estudiantes van a reflexionar sobre nuevas ideas a
medida que escriben y al leer lo escrito, encontrarán con frecuencia
razones para revisarlo. La revisión es esencial para desarrollar tanto
el pensamiento como la expresión disciplinada de este. Cuando nos vemos
obligados a observar nuestro trabajo aprendemos a plantearnos preguntas
cruciales y a evaluar el pensamiento y como lo expresamos.
17) Pida que los estudiantes que evalúen los trabajos de los demás.
Asigne
a los estudiantes, o a grupos de estos, la tarea de evaluar los
trabajos de sus compañeros. Estas acciones pueden tomar muchas formas
como evaluar y comentar el trabajo de una persona en particular. Se
escoge el “mejor del grupo” y se comparte su trabajo con el resto de la
clase, suponiendo que el estudiante ya está listo para entregar la tarea
o someterse a un examen o prueba. Las notas de las evaluaciones hechas
por los pares se deben entregar. La evaluación por parte de estos tiene
ventajas para todos porque alivia la carga del instructor y es útil para
las partes. Tanto para quien evalúa como para quien es evaluado. Los
estudiantes tienden a trabajar más cuando saben que sus compañeros de
clase van a ver su trabajo. Tienen mayor motivación para dar lo mejor de
sí mismos cuando tienen “un público real”. También, tienden a tomar los
comentarios y sugerencias más en serio, en lugar de atribuir la crítica
a la arbitrariedad del maestro. Pero quizás la ventaja más importante
es para los estudiantes que realizan la evaluación. Estos ganan mucho en
la apreciación de los criterios que sustentan lo que es un buen
trabajo, al aplicarlos a trabajos que no son propios. Cuando justifican o
explican sus comentarios y sugerencias, están obligados a argumentar
esos criterios explícitamente.
18) Utilice cuadernos de aprendizaje.
Sus
estudiantes deben tener un cuaderno de dos columnas: solicíteles que
anoten en la primera el material que aprenden de la lectura y de la
redacción y, en la segunda, pídales que anoten los pensamientos que les
surgen como reacción a lo que están aprendiendo. En esta última, se
incluiría además,preguntas, hipótesis, su propia reorganización del
material, sus propias gráficas y tablas, comentarios sobre sus procesos
de pensamiento y su progreso. Estos cuadernos pueden compartirse en
grupos, acompañados por la discusión de las ideas de los estudiantes.
Las hipótesis y preguntas pueden servir de base para futuras
asignaciones o para proyectos especiales; los cuadernos se pueden
entregar periódicamente para recibir retroalimentación del maestro.
19) Organice debates.
En
ocasiones estimule a sus estudiantes para que realicen debates sobre
asuntos controversiales. Por ejemplo, pregunte cuántos en la clase
piensan que la educación física debe ser requisito para todos los
estudiantes de la escuela. Cuando alcen las manos para responder, escoja
dos o tres estudiantes que piensan que debe ser requisito. Pídales que
se junten y desarrollen sus argumentos. Haga lo mismo con aquellos que
creen que la educación física no debe ser requisito. Los grupos utilizan
parte del tiempo de la clase para desarrollar sus estrategias y
presentan sus debates al día siguiente. Terminado este, pregunte a los
estudiantes que no opinaron inicialmente qué argumento los convencieron y
por qué.
20) Solicite a sus estudiantes escribir diálogos constructivos.
Asigne
a sus estudiantes una tarea escrita en la que expongan diálogos
imaginarios entre personas con perspectivas diferentes sobre algún
asunto de actualidad como las células madre o el aborto. Los diálogos
también pueden versar sobre los distintos puntos de vista de partes
opuestas en una disputa internacional. O podría generarse un diálogo
entre una persona liberal y una conservadora. Se dice a los estudiantes
que las personas involucradas en el diálogo deben ser inteligentes,
racionales y sin prejuicios.
Para que los
estudiantes redacten un diálogo, se requiere que piensen desde dos
perspectivas diferentes. Escribirlo les facilita ver el punto de vista
de una persona con quien no están de acuerdoy hacerlo sin prejuicios.
También los obliga a posibilitar que personas con perspectivas
diferentes se comuniquen entre sí, que presenten objeciones y preguntas y
propongan alternativas. Los estudiantes deben decidir entonces cómo
responderlas. Esto los obliga a desarrollar aún más su comprensión de
cada perspectiva y las fortalezas y debilidades de esta. También les
ayuda a darse cuenta de por qué las personas pueden tener una posición
particular y cómo le responderían ellos con puntos de vista alternos.
Los estudiantes tienden a presentar argumentos mucho más fuertes para
las distintas perspectivas cuando escriben los diálogos. Para poder
redactar un diálogo efectivo, tienen que sentir empatía por aquellos que
argumenten un punto de vista que ellos no aceptan. Describir únicamente
el punto de vista de un adversario no requiere mucha empatía.
21) Solicite a los estudiantes que expliquen tanto su propósito como su tarea.
Animar
a los estudiantes a que expliquen la tarea les ayuda a aclarar
cualquier malentendido antes de comenzarla. Después de explicar con sus
propias palabras el propósito de una tarea, los estudiantes podrán
enfocarse mejor en ese propósito y seguir trabajando en mayor armonía
con el propósito planteado, en lugar de irse por las ramas.
22) Estimule a los estudiantes para que determinen el paso a seguir.
Pida
que los estudiantes que planteen el paso siguiente en el estudio del
tema que actualmente se está tratando. “Dado lo que ya sabemos de este
tema, ¿qué creen que debemos hacer o en qué nos debemos enfocar ahora?
¿Qué información necesitamos? ¿Qué pretendemos descifrar? ¿Cómo podemos
verificar nuestra hipótesis?”.
Solicite que la
clase decida lo que se debe hacer a continuación. Esta estrategia
desarrolla la autonomía de pensamiento y la responsabilidad intelectual.
Desplaza parte de la carga hacia el(los) estudiante(s) porque deben
precisar en qué se deben enfocar. Los pensadores independientes deben
desarrollar el hábito de evaluar dónde están, qué saben y qué otras
cosas necesitan saber. Permitir que la clase tome decisiones estimula en
los estudiantes un sentido de control sobre lo que van a hacer; se
genera así, más compromiso de parte de estos y a mayor compromiso más
motivación.
23) Pida a los estudiantes que documenten su progreso.
Solicite
a sus estudiantes que escriban lo que piensan sobre un tema antes de
empezar a estudiarlo. Terminada la lección, pídales que escriban lo que
ahora piensan sobre el mismo tema y que lo comparen con el texto
anterior. Una ventaja de esta táctica es poner a los estudiantes a
reflexionar sobre un tema antes de exponerlos a lo que el maestro y el
libro de texto dicen sobre este. Sin embargo, su mayor fortaleza
resideen demostrarles claramente a los estudiantes el progreso que han
alcanzado. Todo queda plasmado en el papel y ellos pueden observar cómo
ha cambiado su manera de pensar. Hasta puede usted integrar este
ejercicioa sus evaluaciones dando crédito al progreso logrado por cada
estudiante.
24) Descomponga proyectos grandes en partes más pequeñas.
Asigne
una serie de pequeñas tareas escritas, cada una con un sub-tema del
tema más amplio. La tarea final puede ser reunir las diferentes
secciones en un trabajo de mayor alcance. Pida luego a los estudiantes
diseñaruna serie de tareas similares para cuando se frenen en la
realización de algún proyecto grande. Los estudiantes que se bloquean
con proyectos grandes a menudo no los dividen en tareas pequeñas, más
manejables.
Asignarles tareas cortas y
relativamente fáciles, les permite completar cada una como si fuera una
unidad, algo mucho menos intimidante que un trabajo largo. Al combinar
los escritos cortos en una redacción más larga, los estudiantes no sólo
vuelven a pensar sobre lo que ya escribieron, sino que logran completar
un escrito más extenso y sofisticado. Desarrollan así confianza en su
habilidad para completar proyectos mayores.
25) Fomente el descubrimiento.
Diseñe
actividades para que los estudiantes descubran por si mismos los
conceptos, los principios y las técnicas antes de presentar el material
en una conferencia o lectura. Promover en la clase una discusión para
buscar respuesta a un problema, facilita tales descubrimientos.
Por
lo general estas actividades son más efectivas si se realizan en grupos
pequeños, y no de manera individual. También ayuda en la instrucción
que los estudiantes discutan los problemas que surgieron y la forma en
que los resolvieron.
Los estudiantes entenderán mejor cualquier cosa si la descubren ellos mismos. Aprenderán no sólo que así es, sino que entenderán por qué es
así. De esta manera los estudiantes adquieren práctica en descifrar
cosas y resolver problemas ellos mismos, en vez de tener que buscar
instrucciones del maestro acerca de qué hacer y cómo hacerlo. Además,
mientras más experiencias personales tengan descubriendo conocimiento
importante, más confianza desarrollaran en sus propias habilidades de
pensamiento.
Cuando los estudiantes se involucran
en un proyecto independiente, a veces se motivan mucho, lo que resulta
en el aumento del pensamiento independiente. Tales proyectos se deben
fomentar. La supervisión periódica acompañada de palabras de estímulo
ayuda a mantener la motivación.
26) Fomente la auto evaluación.
Detalle
exactamente cuales son los criterios intelectuales que usará en sus
evaluaciones para calificar los trabajos de los estudiantes. Enseñe a
los estudiantes a evaluar su propio trabajo, utilizando esos criterios.
Para iniciar, puede solicitar a los estudiantes que formulen los
criterios que ellos consideran importantes en a evaluación de su
trabajo. A partir de esa formulación la clase puede discutir cuán
apropiado es cada criterio propuesto. Otra forma de enseñar auto
evaluación es darles copias de trabajos anteriores (un trabajo de A, uno
de C, uno de D; sin nombres, por supuesto), y pedirles asignar un
calificación a cada uno. Luego, con los estudiantes trabajando en grupos
pequeños, pídales un consenso sobre las notas y los criterios para
asignarlas. En discusión con toda la clase se pueden compartir los
resultados anteriores y usted tendrá la oportunidad de referirse a
cualquier punto importante que se les haya escapado a los estudiantes.
Los
criterios que usted utiliza para evaluar los trabajos de los
estudiantes son más obvios para usted que para ellos. Enumerar los
criterios no es lo mismo que utilizarlos. Reconocer cuándo se cumplen
estos criterios y cuándo no, y poder revisar algo hasta que se acerque
más a los criterios establecidos es algo que requiere bastante práctica.
Los estudiantes no adquieren esta habilidad recitando principios
abstractos.
Enseñar a los estudiantes cómo evaluar
su propio trabajo es una de los aspectos más importantes que usted
puede enseñar para lograr mejoría en la calidad de los trabajos
académicos.
27) Enseñe aplicaciones útiles.
Hasta
donde sea posible, enseñe conceptos dentro del contexto en que se
utilizan, como herramientas funcionales para solucionar problemas reales
y analizar asuntos importantes. Aprendemos lo que nos preciamos de
saber. Cuando sencillamente se les dice a los estudiantes que lo que
aprenden es valioso y empoderador, pero nunca experimentan ese valor y
poder, tienden a dudar que en verdadlo que aprenden es importante.
Continuamente
debemos demostrar el valor de lo que enseñamos. Ningún argumento
abstracto engendra la convicción sincera y arraigada de que el
conocimiento es valioso. Desarrollar esta convicción requiere de la
oportunidad de usar ese conocimiento. Si los estudiantes empiezan con
una pregunta o un problema interesante, y encuentran que progresan más
si pueden identificar los conceptos y cuentan con las destrezas que
provee la lección, valorarán más los contenidos de esta. Al asimilar el
contenido sin aplicarlo a asuntos de importancia, los estudiantes no
aprenden cómo utilizar (aplicar) lo que aprendieron. La mejor
manera para resolver el problema de transferencia es no generarlo. Se
impide la transferencia cuando los maestros separan el aprendizaje de la
aplicación de este o posponen su aplicación exitosa indefinidamente.
RESUMEN
Estas
técnicas, y otras similares, son útiles para generar un compromiso
mayor de los estudiantes en la materia; fomentar destrezas de escucha
activa y lograr que un número mayor de individuos participen en las
discusiones de clase.
Los estudiantes también
aprenden a resumir los puntos de vista de los demás. Cuando expresan y
justifican sus propias opiniones y aprenden a responder con empatía a
las ideas de otros, están comenzando a utilizar algunas de las
habilidades más importantes requeridas por el pensamiento crítico.
Lograr
que los estudiantes piensen activa e independientemente sobre lo que
aprenden no es suficiente. No queremos que ellos solamente piensen, sino que piensen bien.
Las estrategias que propusimos van en esta dirección. Los maestros que
las usan tienden a obtener una mejora observable, y hasta sorprendente,
en la calidad del pensamiento de los estudiantes. Ellos desarrollan
mejor sus habilidades de pensamiento crítico cuando aprenden
explícitamente a pensar sobre su manera de pensar. Al hacer lo anterior,
necesitanenfocarse en el análisis y la evaluación del razonamiento.
Esto incluye dividir el pensamiento en partes y analizar cada una:
propósito, pregunta a discutir, conceptos, suposiciones, evidencia,
conclusiones, e implicaciones. Las actividades de pensamiento crítico
son esenciales para el análisis y la evaluación. En esta guía no
enfocamos en una variedad de componentes de las destrezas, rasgos y
criterios del pensamiento crítico.
Por último,
necesitamos presentar las habilidades de pensamiento crítico de una
manera integral, combinando todas las destrezas parciales para llegar a
una comprensión mayor de la materia y poder así descubrir las relaciones
entre las partes. La lógica de la disciplina necesita aclararse. La
percepción que se obtenga al estudiar un asunto debe transferirse para
generar comprensión de otros asuntos. Los enfoques interdisciplinarios
su usan para examinar un problema desde diferentes puntos de vista. Nos
enfocamos en otras metas importantes en diferentes guías de esta misma
serie. Consulte por ejemplo, nuestras guías de Pensamiento Crítico y Cómo Estudiar y Aprender (publicadas ambas por la Fundación para el Pensamiento Crítico).
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